Si existe la tecnología adecuada (con potencia y autonomía), una infraestructura que permite su viabilidad y sus costes son reducidos. ¿Por qué las marcas no apuestan más por esta opción?
Pese a las cada día más estrictas exigencias medioambientales marcadas por Europa, la realidad es que la mayor parte de camiones que circulan por nuestras carreteras siguen montando propulsores diesel. Poco han evolucionado las marcas en este aspecto, que siguen utilizando las mismas mecánicas con algunos añadidos para reducir emisiones, como los filtros de partículas o los catalizadores, pero poco más.
Actualmente, parece que la reducción o la desaparición de los combustibles fósiles en el transporte por carretera desembocará también en la pila de combustible o en los vehículos eléctricos, pero no estamos olvidando de un paso intermedio que hoy por hoy es viable: el gas.
Así lo señala Antonio Murugó, Director de Estrategia del Grupo HAM, principal distribuidor de gas en España, que ha participado en el estudio de Iveco:»más que una opción real, yo diría que es la opción real. Es la mejor opción para el transporte por carretera y casi la única alternativa que hay a día de hoy al diesel. Las otras tecnologías para vehículos más pequeños son una realidad, pero para transporte pesado, por carretera, y sobre todo larga distancia, no cumplen con los requisitos que pide un transportista».
Son de la misma opinión Jesús Fraganillo, gestor de Maquinaria para Administraciones Locales de Ferrovial, o Javier Ruesga, ingeniero GNL de Enagás. Ambos ven este combustible de emisiones reducidas como el presente y futuro del transporte por camión, por ser mucho más adecuada a las exigencias de este sector.
Jordi Faulón, responsable de Compras, Facturación, Proveedores y Maquinaria de IMESAPI Barcelona, empresa del grupo ACS de mantenimiento de infraestructuras, vaticina un crecimiento exponencial del gas impulsado por las normativas europeas. Razón no le falta, si hay que cumplir las exigencias medioambientales y la tecnología de propulsión eléctrica no ha avanzado lo suficiente, el gas se presenta como la única solución.